Enlace a nueva página web.

El siguiente botón (Botón Verde) redirige a la nueva página web de la Secretaría de Educación de Caldas

web

Para acceder al nuevo sitio web de la SECRETARIA DE EDUCACION, hacer click en el botón VERDE de arriba


COMUNICADO Oficina de Prestaciones Sociales del Magisterio Secretaría de Educación de Caldas

La oficina de Prestaciones Sociales del Magisterio de la Secretaría de Educación del Departamento de Caldas, po medio del presente comunicado se permite recordar a la comunidad Docente que con ocasión del CIERRE de la Plataforma Digital, La recepción de solicitudes de Prestaciones Sociales debe realizarse de manera presencial por medio de la oficina de Atención al Ciudadano de la Secretaría de Educación ubicada en el edificio la Licorera Cra. 21 #22-1, Manizales, Caldas.

- Descargar Comunicado Prestaciones Sociales


EL DOLOR ESTÁ POR DENTRO : UN APRENDIZAJE DESDE LA DUDA Y LA INCERTIDUMBRE...

 

EL DOLOR ESTÁ POR DENTRO : UN APRENDIZAJE DESDE LA DUDA Y LA INCERTIDUMBRE...

Por : NELSON HURTADO RAMIREZ

         Supervisor de Educación  Departamental

Un dolor sin duelo, un vago espejismo que se desvanece entre mejilla y mejilla de un pobre inocente que de incógnita desatiende la murmuración de una nueva escena escolar " mi casa ", "nuestra casa", donde a ligero pulso las ondas secretas y las esperadas cavilaciones de abuelos(as) y padres al filo de una nueva oportunidad en el marco del canto de la esperanza llama a suerte el aprendizaje  de su hijo(a) desde una postura temática marcada en la agenda diaria que ofrece el mentor, llámese maestro, profe; quien está en la otra orilla dirigiéndose de manera discreta, asertiva y de fina mirada.

Al pasar del tiempo, el equilibrio emocional, el desarrollo del libre desarrollo de la personalidad, los ritmos individuales de aprendizaje, el desequilibrio cognitivo, la acomodación y desasimilación de saberes en la ruta de un eficiente modelo de entender y comprehender la tarea desde el concepto de ciencia deja de ser todo un dogma, fetiche hasta convertirse en un " hacer por hacer" sin gracia, con perjuicio, sin brillo y con merecido aplauso.

Quisiera desde este ensayo intentar pasar de la denuncia al desenmascaramiento de supuestos que engendra el saber desde una entendida experiencia, apoyada por pasajes de observación y verdadera argumentación, señales de tránsito de un proceso de construcción de conocimiento.

Tal vez la ignorancia sea el principal temor de una educación que se propone a  cualquier costo, que los "niños sepan". Pero se trata de una educación que domestica, que repite, que copia, que transita en rutas simplistas de improvisación, de ruegos, de súplicas frente a la atención dispersa y de poca o escasa motivación de los infantes y adolescentes.

Una educación que no problematiza su relación con el saber, ni las prácticas políticas en esa imposición de "el saber a quienes no lo tienen", suponiendo a los niños y jóvenes desde una lógica de la carencia. Tampoco problematiza la relación entre el saber y la subjetividad, disociando lo que sabemos de lo que somos.

Con frecuencia nos referimos a la relación como verdad que mantenemos con el saber. Se trata ahora de pensar un otro saber, que no esté apoyado en lo tradicional, que no cargue a cuestas con "lo que es" porque "siempre ha sido así". De otro saber que nos coloque en el filo de los abismos: de los peligros y las inseguridades de nuestro pensamiento, del modo en como nos relacionamos con el mundo, con la ciencia, con los otros desde la casa- escuela desafiando las regularidades, transitando por las fronteras a velocidades diferentes dentro de un compromiso institucional réplica del mismo esquema educativo que se tiene. Así nos parece interesante pensar este otro saber bajo la figura del abismo: trascender lo que se sabe, conoce y aprende".

El abismo es siempre el/lo otro: aquello que se me presenta incognoscible, y que a la vez expone al peligro, a la duda; se trata de la novedad como otredad, una diferencia que se me aparece allí afuera, amenazante desde el discurso de lo "distinto", algo diferente que me permita disuadir y equivocarme hasta encontrarme con el vértigo de lo desconocido.

Se requiere de un pensamiento que desafíe a sí mismo a pensar lo que aún no ha pensado. Bella lección para aquellos docentes y estudiantes que se han venido quedando en el viejo vagón de los vicios, exigencias insulsas y en las formas caprichosas de entender el conocimiento, sacralizado éste por sus pocas gestas comprensivas en el marco de la resolución de mínimos conflictos y maneras posibles de concursar y valorar el esfuerzo de estos niños y jóvenes en crecimiento y desarrollo por fuera de la escuela : mi casa - nuestra casa en los actuales momentos.

Ante la incógnita, el pensamiento se pone en movimiento, nos provoca, nos acorrala, nos interpela a resignificarnos en lo que somos, pensamos, sentimos, queremos y soñamos. Hay transformación porque hay movimiento, porque hay un pasaje de una cosa a otra/s, un transitar de una forma a otra/s; porque cambiamos los odres (vasijas) para servir un vino nuevo a una población escolar que pide y espera"mucho de nosotros" , no silenciemos, ni interrumpamos vagamente su expectativa.

Nuestro pensamiento está en ese constante fluir y pasar. Hay un movimiento en el pensamiento cuya única tarea es transformarse hasta ser otro. No está en él detenerse. En la medida en que el movimiento cesa aparece el dogmatismo. Y con él la rigidez de las palabras que a veces nos cierran los sentidos de lo nuevo y del encuentro a diario de la vida escolar.

El pensamiento se pone a sí mismo ante la provocación de tener que responderse desde nuevos lugares, cuestionarse a sí mismo para saber hasta dónde se puede pensar distinto de como se piensa. Pensar siempre lo mismo, es atarse a la ficción de ese "yo" que siempre es "uno" y "el mismo".

Somos esos que pasamos, que damos pasos, arrojados a la temporalidad de ir siendo y no ser nunca los mismos. Implica un salir al encuentro con lo otro. Vamos de un yo a otro, porque estamos caminando lo que cambia.

El pensamiento no es otra cosa que ese fluir, ese devenir del que no podemos apresar instantes, del que no podemos identificar de donde viene y a dónde va, del que no podemos decir que es uno. No hay aquí continente ni contenido, no hay un sujeto que "tiene"  un pensamiento, sino un pensamiento que emerge, que se entremezcla con lo que somos. Se trata de un pensamiento singular. Pero no uno, sino múltiple, emergente de la diversidad que nos atraviesa. No tenemos dos veces la misma experiencia ante las cosas, no pensamos dos veces igual, no somos las mismas aguas en nuestro estar de paso.

Resulta dificil, pero absolutamente necesario educar para la sospecha, la incertidumbre. Y es complicado por que hemos creado un mundo que tiene bastante de ficción. Pensamos que todo está hecho. Se habla de planificación estratégica, diseñamos programas para estudiantes que están iniciando su vida y van a permanecer dieciseis años en la educación formal, cuando es casi imposible saber lo que va a ocurrir  cuando se incorporen al mundo del trabajo. El caso es que les inducimos a creer que con lo que están aprendiendo van a tener resuelto su futuro, mientras que lo razonable sería ayudarles a construirlo.

La base fundamental de la educación para la incertidumbre es enseñar a pensar, a disentir, a respetar al otro. Y estos son componentes afectivos, no cognitivos.

En la escuela tenemos cierta tendencia a elaborar el currículo de cada asignatura a imagen y semejanza de lo que sabe el profesor, lo que provoca una gran crisis, puesto que el estudiante debe adquirir los conocimientos que el mundo le reclama.

Con esta dinámica los saberes que realmente importan, suelen llegar demasiado tarde. Es decir, siempre vamos por detrás de los acontecimientos.  Es como si estuviésemos reproduciendo la historia en lugar de construirla. Con ello, quiero decir, que la escuela, no digo que no,  piensa mucho más en el docente que en el discente.

La pregunta por el tipo de educación que necesita la sociedad contemporánea para enfrentar adecuadamente  una época caracterizada por la complejidad de los comportamientos humanos y la fuerza bruta de poderes y el permanente cambio se ha insertado cada vez con más frecuencia en las corrientes de investigación en educación.

Cabe explorar la posibilidad que tienen las instituciones educativas no sólo de enfrentar la incertidumbre, sino de convertirla en una herramienta pedagógica para así ofrecer una respuesta adecuada y pertinente a dichas exigencias del entorno social.

La incertidumbre es un recurso fundamental para el conocimiento, y que resulta necesario acudir a ella si se pretende alcanzar certezas un poco más elaboradas, aún cuando estas terminen siendo siempre temporales. Sobre esta misma línea de ideas, se quiere explorar el potencial pedagógico de la incertumbre como herramienta para el mejoramiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje de cara a un mundo caracterizado, entre otras cosas, por la incertidumbre, la ambiguedad, la incongruencia y el exceso de información de los medios.

Análisis realizados en el contexto nacional, muestran que los jóvenes estudiantes están teniendo gran dificultad para integrarse a esta complejidad del mundo antes descrita, ya sea por causa de un proyecto académico fallido, ya sea por la pérdida de liderazgo  de las instituciones educativas, ya por la ausencia de figuras de referencia que solían facilitar esta transición desde la familia.

Sin embargo, la causa fundamental de este desencajamiento entre la vida escolar y la experiencia del mundo, radica en que vivimos en una crisis profunda de las certezas y requerimos de nuevos métodos e instrumentos de pensamiento y de acción.

Al criticar la manera como se asume habitualmente la incertidumbre en el medio educativo: " no hay que educar contra la incertidumbre", sino convertirla en algo que hay que aprender a incorporar a nuestros proyectos individuales y colectivos; el complemento de esta afirmación es expresada por varios autores como Farley Quiroga (2012) cuando escribe que la incertidumbre es básicamente "la desilusión de la promesa sobre la certeza del conocimiento".

Buscando pasar de la periferia al corazón mismo del aprendizaje, se trata de explorar la manera como las experiencias de incertidumbre de los estudiantes pueden ser a acogidas en ambientes de aprendizaje proporcionados por el contexto escolar.

 

Hasta la próxima . . .

 

Nhr.-

 

 

 

 

 

 

 

 


Publicado por: JORGE ARTURO LOPEZ CUESTA
Fecha: 2020-10-21 14:55:50



Lista de Noticias